Los dientes también son parte de nuestro organismo

Afirmar que los dientes forman también parte de nuestro organismo puede parecer obvio, pero a la hora de vernos enfrentados a un problema de salud acudimos a un médico, atribuyendo como causa de dicho problema cualquier circunstancia que parezca directamente vinculada con el área afectada. Rara vez se mencionan los dientes dentro de la consulta, ¿no es cierto?.

Como médico recuerdo que, durante mis estudios, los dientes fueron un capitulo acotado y superficial, abordado básicamente en los primeros años de la carrera. A medida que avanzábamos y adquiríamos más conocimientos clínicos, los dientes fueron quedando cada vez más en el olvido, dejándoselos a los especialistas en la materia: Los odontólogos.

Es más, ¿Alguna vez un médico con la visión convencional ha relacionado un cuadro de tendinitis del codo (epicondilitis) con el antecedente de una endodoncia previa al inicio del cuadro?, o ¿un cuadro de dolor de rodillas (gonalgia) con la fractura o extracción de algún incisivo?, o más aún, ¿una enfermedad autoinmune con unas muelas del juicio impactadas? Más bien parece raro relacionar este tipo de problemas con antecedentes odontológicos.

Lo anterior ocurre a causa de la arbitraria separación de la medicina y la odontología. Ambas especialidades siguieron caminos paralelos sin siquiera interactuar entre sí: Los dientes al odontólogo y el resto del cuerpo a los médicos (y cada una de sus partes a los distintos especialistas)

Con todo, desde la visión de la Terapia Neural, la salud dental puede estar íntimamente relacionada con la génesis de algún problema de nuestro organismo, y ello ocurre porque nuestros dientes están interrelacionados gracias a la gran red interconectada que forma el Sistema Nervioso Neurovegetativo, encargado de comunicar todas las partes de nuestro organismo para que pueda funcionar armónicamente.

A todos mis pacientes, ya sea en la primera consulta o en los controles posteriores, les pregunto sobre sus antecedentes dentales, y en muchas ocasiones me veo sorprendido de la relación cronológica y/o contextual que se observa entre un evento odontológico y la aparición de un cuadro físico en alguna parte de su cuerpo, ya sea que se manifieste sólo como un síntoma o una enfermedad propiamente tal..

La sola aplicación de Procaína sobre el tejido circundante de los dientes afectados puede provocar la disminución o desaparición de los síntomas en algunos casos. En otros se debe insistir en más de una ocasión o combinar con otros campos de irritación presentes en el organismo, o quizás, con el saneamiento de la pieza dental involucrada (esto último es efectuado por odontólogos que practican la Terapia Neural desde la Odontología Neurofocal (ONF))

Siguiendo esta técnica, alteraciones funcionales en el sistema digestivo, tales como colon Irritable, estreñimiento, gastritis, problemas respiratorios como obstrucciones bronquiales, enfermedades crónicas respiratorias, problemas del aparato urogenital (cistitis a repetición), dolores articulares a nivel cervical, lumbar, hombros, codos, muñeca, manos, cadera, rodilla tobillos, pies, y un largo etcétera, pueden verse beneficiados si consideramos a los dientes como un antecedentes importante en la génesis del problema..

Considerando este aspecto a la hora de evaluar a una persona con un determinado problema de salud, su oportuna y adecuada intervención -según corresponda- a veces combinada con otras medidas terapéuticas que complementen el tratamiento si así se requiere, podríamos llegar a encontrar una solución a un problema que la medicina convencional ha catalogado como crónico o muchas veces como irreparable.